In the spring of 2013, the urban redevelopment project of the Gezi Park, located in the emblematic Taksim Square in Istanbul, promoted against everybody by the President of Turkey, Recep Tayyip Erdogan, was the trigger for getting out the citizens to the streets to protest for what their considered the icing on a series of grievances; continued undemocratic gestures of his government, the Justice and Development Party (AKP), freedom cuts and a hardening and Islamization of justice in a laic state, led to serious confrontations with a particularly repressive police. The days became festive, with the women leading a revolution they considered theirs. The nights, pepper gas bombs and bloody riots that left several dead and injured. Erdogan had warned. Anyone who seconded the protests would be considered a "çapulcu" (criminal, illegal).

La revolución clandestina
En la primavera de 2013, el proyecto de recalificación urbanística del parque Gezi, ubicado en la emblemática plaza Taksim de Estambul, impulsado contra todos por el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, fue el detonante para que la ciudadanía saliese a la calle a protestar por lo que consideraba la guinda a una serie de agravios; continuados gestos poco democráticos de su gobierno, el Partido Justicia y Desarrollo (AKP), recorte de libertades y un endurecimiento e islamización de la justicia en un estado laico, provocaron graves enfrentamientos con una policía especialmente represiva. Los días se tornaron festivos, con las mujeres liderando una revolución que consideraban suya. Las noches, bombas de gas pimienta y cruentos disturbios que dejaron varios muertos y heridos. Erdogan había avisado. Cualquiera que secundase las protestas sería considerado un “çapulcu” (maleante, clandestino). 
Aquí el reportaje en papel.